Milei, y el cisne negro que los libertarios pueden no estar viendo
El Gobierno de Javier Milei no parece ser un gobierno permeable a las críticas. Todo lo contrario. Los estrategas del poder ven la posibilidad de retroceder ante la crítica como un signo de debilidad. “No hay nada que nos resulte inconsistente”, respondió esta semana, por ejemplo, el vocero presidencial, Manuel Adorni, cuando se le preguntó sobre los bienes en el exterior no declarados que tendría el flamante titular de la Dirección General Impositiva, Andrés Vázquez. Es innegable que en el primer año de gestión la osadía de jamás recalcular ante el conflicto parece haberle dado buenos resultados. Sin embargo, aplicar la misma lógica para responder a los crecientes cuestionamientos institucionales podría terminar ensombreciendo muchos de los logros de la gestión, sobre todo, los económicos.